miércoles, 30 de diciembre de 2015

¡FELIZ 2016!

Por Guadalupe Morales (Edición de Nélida Tójar)
  Qué suerte tenemos de poder volver a contar con la colaboración de la profesora Guadalupe Morales, y más en una ocasión tan especial como es la celebración del Año Nuevo. Como recordaréis, trabaja en el Politécnico de Shenzhen con jóvenes de entre 16 y 20 años, con quienes ha realizado este vídeo de felicitación.
Se acerca el año nuevo y los profes y estudiantes de ELE en China estamos deseando hacer llegar a todo el mundo nuestros buenos deseos, y si es en español, pues mejor que mejor.
Hace unas semanas les propuse a mis alumnos esta media frase:
- Os deseamos un 2016…
y les pedí que la completaran con la palabra que ellos quisieran.
Unos cuantos vídeos, pósit y risas después, este es el resultado. Esperamos que lo disfrutéis tanto como nosotros.
¡Feliz 2016!
Imagen extraída del vídeo

sábado, 19 de diciembre de 2015

Cosas de Tiger para la clase de ELE

Por Nélida Tójar
    Parece que por todos lados me llegan experiencias en el aula de ELE con materiales comprados en Tiger. Supongo que os suena esta tienda danesa de cuidada estética que vende cosas de todo tipo, de calidad y a buen precio. La hay ya en muchas ciudades españolas, y entiendo que también europeas. Me temo que a China no ha llegado, ¿a alguien le suena haber visto alguna?
   Leo cosas fantásticas que hacen los demás y recuerdo que yo también me he paseado por los pasillos de la tienda y se me han ocurrido mil cosas que hacer con todo lo que iba viendo. Os voy a contar una concreto que llevé a cabo; cuesta un poco de tiempo prepararla, pero creo que vale la pena.
   En su momento, me llamó la atención este juego de recortables.
Juego de recortables
   Lo que hice fue montar yo misma  los cubos de cartón que consisten en caras, partes de arriba del cuerpo y partes de abajo. Las coloque combinándolos de mil maneras, y les hice fotos.
Haciendo combinaciones

Y más combinaciones
    Luego, estas fotos las convertí en tarjetas plastificadas, y ya os podéis imaginar lo que ocurrió: los cubos escampados sobre la mesa, un alumno coge una tarjeta y va describiendo lo que ve para que el compañero vaya encontrando el lado del cubo correcto para formar el personaje que hay en la tarjeta.
Los niños desarrollando la actividad en clase
    Para darle más emoción, puedes poner dos parejas compitiendo entre ellas: gana la pareja que haya explicado y comprendido mejor y más rápido las indicaciones para montar el personaje. Si lo haces así, numera las tarjetas con 1A y 1B, por ejemplo, y tenlo en cuenta a la hora de hacer las fotos para que el cubo que coja una pareja no sea también el cubo que necesita la otra. En este caso, cuando una pareja logra montar el personaje antes que la otra, se anota un punto y pasan a las tarjetas 2A, 2B.
Juego de tarjetas
    Es un modo entretenidísimo de practicar las partes del cuerpo y la ropa; a ellos les encanta competir con la otra pareja y andar buscando entre los cubos.
    Si tienes alguna experiencia con alguna cosita que hayas encontrado en la tienda Tiger, te invito a que la compartas con nosotros. Definitivamente, esta tienda es todo un tesoro para los profesores de ELE. Aquí te dejo unos enlaces para que veas lo que hacen los demás:

lunes, 7 de diciembre de 2015

"SPEED DATING" en la clase de español

Por Leticia Caballero
   El amor es siempre un tema que a mí me viene de perlas para despertar la motivación de los alumnos. Y aunque ellos tienen problemas con eso de trabajar con un compi de distinto sexo, esta vez no les iba a quedar otro remedio. Yo andaba convencida de montar una sesión de citas rápidas en la clase con el obejtivo de practicar la lengua hablada, bajo la presión temporal.
   Ni corta ni perezosa, moví sillas y mesas para que la cosa se asemejase más a lo real. Eché a los chicos de la clase y coloqué a las chicas en su asiento, con una fotografía en su mesa, en la que sus “posibles amantes” tenían que dejar registro de lo que ésta les contaba.
En lugar de utilizar fotografías de las chicas de la clase, hemos utilizado estos divertidos dibujos.
   Los chicos, en un 1 minuto, tenían que hacerle el máximo número de preguntas a las chicas, para averiguar cosas de su infancia y dejar constancia de lo aprendido sobre cada una en un papel. Tras 60 segundos, DIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIING, sonaba un timbre y todos los chicos tenían que cambiar de asiento. Comenzaban de nuevo las risas, las preguntas, las bromas de ellas hacia ellos, los codazos de Miguel a Raúl…
Los chicos intentando averiguar todo sobre las chicas
Y tomando nota
    Como bien podéis suponer, buscaba que mis estudiantes trabajaran la expresión oral y el uso del pretérito imperfecto para hablar sobre su niñez, sus estudios, sus juguetes… ¡OBJETIVO CONSEGUIDO! Una vez más, mis niños superaron barreras personales para seguir aprendiendo nuestra lengua y, además, descubrieron que se lo habían pasado teta. ¡Y encima, también hemos decorado una esquina de la clase!
Los resultados, que nos han servido para decorar la clase. ¡Ahora solo nos faltan los chicos!

lunes, 23 de noviembre de 2015

WAKU, WAKU y la comprensión lectora

Por Leticia Caballero   
   En varias ocasiones, hemos tratado el tema de la comprensión lectora y cómo buscar, encontrar y crear actividades que hagan los ejercicios post lectura más divertidos, entretenidos y en los que consigamos trabajar otras destrezas. Yo, personalmente, os propuse este el año pasado. Pues bien, aquí os voy a dejar otra actividad que he llevado recientemente a clase y que ha funcionado muy bien.
   La inspiración me vino estando de cachondeo con mi amigo Manolo, recordando viejos programas de televisión, como el Waku, Waku; o Juegos de Niños (el de los gallifantes). ¿Y si creamos un concurso sobre la lectura que acabamos de realizar dejando que sean los estudiantes los que escriban las propias preguntas? ¿Y si les premiamos por cada acierto? ¿Y si además organizamos la clase para tal efecto? Yo estaba lista para montar el show.
   El objetivo era trabajar la compresión lectora de dos textos del libro, pero por supuesto que esta actividad se puede adaptar a cualquier tipo de texto y casi no necesita preparación. Los materiales que utilizamos para hacer el concurso algo más real fueron: Dos mini pizarras blancas, dos rotuladores, papeles de colores y objetos que simbolizan los premios. Os prometo que quería llevar “gallifantes” pero no pude hacerme con ellos.
Materiales necesarios para la actividad
    Tras haber visto el vocabulario necesario y antes de comenzar la lectura, con el objetivo de motivar la actividad, les cuento en qué va a consistir y cómo la vamos a desarrollar. Mientras leen, les hago entrega de un papel pequeño en el que cada uno tendrá que escribir una pregunta sobre los textos. “La pregunta tiene que ser muy, muy, muy difícil”, les digo.
Preguntas escritas por los estudiantes tras la lectura y listas para el concurso
    Una vez los alumnos nos han entregados las preguntas, tras finalizar la lectura, dividimos a la clase en dos grupos o más, según el número de estudiantes. A cada grupo le vamos a hacer entrega de una pizarra blanca y un rotulador, con el que tendrán que escribir sus respuestas. Solo podrá contestar el pupilo de cada grupo que esté en posesión de la pizarra, mientras los demás se mantienen atentos, pues si los dos fallan, se pasarán las pizarras para que contesten los siguientes. Si aciertan, van acumulando “gallifantes” que podrán intercambiar por premios al finalizar el concurso.
Imagen durante el concurso
    Un ejercicio muy simple de llevar a cabo, motivador y con el que se puede trabajar tanto la comprensión lectora, como otras destrezas. ¿Qué os parece? ¿Qué otros concursos se os ocurren que podemos llevar a clase? A mí, la idea de nuestra compañera Adriana para llevar el pasapalabra al aula me encantó. En breve pienso ponerla en practica. 

miércoles, 11 de noviembre de 2015

¡Fresas frescas, buenas y baratas!

Por Leticia Caballero.
¿Verdulera? Pues sí. De verduras va la cosa.
  Una de las formas más eficaces para retener la lengua que estudiamos es enfrentarse a situaciones relaes en las que uno se ve obligado a hacer uso de la misma. Por eso, si viviera en España o otro país hispanohablante, creo que haría la mitad de mis clases fuera del aula. Me llevaría a los chicos de compras, al mercado, al médico, a la farmacia, a un parque, a un bar… Pero, por suerte o por desgracia, vivo en el otro lado del mundo. Aquí no se habla español en la calle, se habla chino. Y no usan nuestro alfabeto, sino que utilizan caracteres. ¿Cómo lo hago?
  Pues como siempre ha dicho mi madre… Si Mahoma no va a la montaña, pues la montaña irá a Mahoma. Vamos, resumiendo, que me monto el chiringuito en el aula. Y esta vez nos ha tocado ir al mercado a comprar frutas y verduras.
  Preparar una clase como ésta no es tan complicado como parece. Debemos hacer listas de la compra, una para cada alumno. Yo suelo hacer que compren tres productos. En la tienda puede que los tengan o puede que ya se les haya agotado. De todas las listas que confecciono, solo un alumno podrá comprar los tres productos y otro no podrá comprar ninguno. Es una forma de comprobar que el ejercicio se ha llevado a cabo correctamente.
Los materiales que uso para la actividad
  También creo una lista de precios para cada tienda y confecciono tarjetas de colores con los productos que quiero comercializar. ¿Sería mejor utilizar productos reales? Pues sí, pero esos no perduran para el futuro. Antes he utilizado juguetes, pero en esta ocasión no contaba con ellos.
  Una vez dentro de la clase y tras haber estudiado el vocabulario y repasado las distintas formas de interactuar en un contexto como este, monto los distintos puestos de un mercado: frutería, carnicería, pescadería, tienda de verduras… Y asigno a un alumno o dos, todo depende del número de estudiantes que tengáis, en cada puesto. Les proporciono su lista de precios y les doy dinero para que lo utilicen para las vueltas. 
Puesto en el que pueden comprar fruta
   Al resto de estudiantes, les hago entrega de una lista de la compra y también de una cantidad de dinero que pueden gastar con libertad. No vale regatear y tampoco hacer descuentos. Y mucho menos, hablar en chino.
  Con el oído clavado en sus conversaciones, dejo que todos hagan su compras. Una vez han acabado, compruebo que uno ha podido comprar todo y otro nada, mientras que el resto solo ha podido comprar algunos de sus productos, y acabo la clase haciendo una corrección en grupo clase abierto de los errores más comunes que he escuchado durante la sesión.
Los niños comprando y vendiendo en el mercado. ¡Lo dieron todo!
    ¿Opináis como yo que crear situaciones reales es importantísimo? ¿Cuán reales podemos llegar a ser dentro del aula? ¿Cómo lo hacéis vosotros?   

miércoles, 21 de octubre de 2015

FOTOS, BINGOS Y JUEGOS DE MESA: UN RECURSO DE ORO

Por Leticia Caballero
    
   Hace ya mucho tiempo que no compartimos con vosotros algunos de los recursos que utilizamos para preparar nuestras clases. Y como ya va siendo hora… Hoy os vamos a hablar de una web que usamos a menudo para sacar material gráfico y juegos para imprimir.

   Se trata de una web destinada a profesores de inglés, pero que a nosotros también nos puede valer. Es perfecta por el colorido que utiliza en sus ilustraciones y la variedad de temas que oferta.

   El uso de la imagen en la enseñanza de una lengua es tremendamente importante, sobre todo cuando entre profesor y alumnos existe una barrera ligüística como la que sufrimos nosotros muchas veces en este país. De ahí, que este recurso pueda ser la salvación de muchos.

Juego de tarjetas para la instrucción de vocabualrio

     El nombre de la web es Mes English: http://www.mes-english.com/

   Cuenta con muchas secciones, pero la mejor para nosotros es, sin duda, la de FLASHCARDS. Catologados por temas, podemos encontrar magníficos juegos de tarjetas que cubren por completo el vocabulario que queremos enseñar. Están disponibles en varios tamaños: grande, mediano y pequeño.

Foto de pantalla de la página web que os presentamos


     Aparte de las tarjetas para presentar el vocabulario, cada tema oferta un juego de bingo para repasar los vocablos aprendidos, así como ideas para trabajar con él en clase. 

Cartón de bingo para practicar el vocabulario de la rutina diaria

    Así mismo, te ofrece la posibilidad de crear tu propio juego de mesa haciendo uso de dichas imágenes. No te hará falta más que un dado y unas fichas para hacer que tus estudiantes hablen por los codos mientras juegan. 


Foto de pantalla de uno de los juegos que se pueden crear con este recurso
     
¿Qué os parece? ¿A qué es super útil? Además, para que todo os perdure en el tiempo, yo os recomendario su impresión en color y luego plastificarlo para que así no se estropee. También de esa manera, cuando los chavales jueguen al Bingo, podrán utilizar bolígrafo o rotulador, ya que con un poquito de agua es muy fácil borrar luego. 

lunes, 12 de octubre de 2015

El juego de las 7 familias

Por Guadalupe Morales (Edicición de Leticia Caballero)

   Una vez más, secundariaenchina.blog.com publica una entrada de la que los Foreignschoolers no somos los autores. En esta ocasión la escribe Guadalupe Morales Zamora, profesora de español en China desde 2013. Licenciada en Filosofía y Lingüística por la Universidad Autónoma de Madrid y con un Máster en Formación de Profesores de Español como Segunda Lengua por la Universidad de Barcelona, esta profesora aterrizó en el Gigante Asiático para trabajar en la Universidad de Ciencia y Tecnología del Suroeste en la provincia de Sichuán, la del picante y de las mujeres más bellas de China. En la actualidad, trabaja en el Politécnico de Shenzhen con jóvenes de entre 16 y 20 años. Hoy nos trae esta dinámica actividad que esperamos que os guste.

   Hace un par de semanas estaba buscando un modo entretenido de practicar el léxico de la familia. Después de una hora y media de clases, mis chavales están muertecitos y necesitaba alguna actividad que los mantuviera atentos y activos durante 45 minutos más. Entonces, me acordé del juego de las siete familias, que cuando era pequeña, y no tan pequeña, me encantaba. ¿Lo conocéis?

La baraja:
   Se juega con una baraja de 42 cartas, divididas en 7 familias y cada familia, a su vez, está compuesta por 6 miembros: abuela, abuelo, madre, padre, hijo e hija. Nosotros hemos utilizado la de las profesiones, gracias a unas imágenes que encontramos aquí

 Esta baraja, que ya tiene unos cuantos años a su espalda, no se comercializa en la actualidad. Sin embargo, nos consta que algunas editoriales en España venden material parecido y también útil para llevar a clase. Aún así, si eres buen dibujante, siempre puedes crear las tuyas propias.


Una familia al completo


Para empezar a jugar:
   Dividimos a los alumnos en grupos, máximo 7 alumnos por grupo, y se reparten todas las cartas.

   El jugador que está a la izquierda del que reparte empieza el juego y el turno se desplaza, de un jugador a otro, en el sentido de las agujas del reloj.

   El objetivo es conseguir el máximo número de familias posibles. Gana el jugador que tenga más familias al final de la partida

Mecánica del juego:
   El primer jugador pide la carta que quiera a cualquier otro jugador del grupo: si el segundo jugador tiene la carta requerida, se la entrega, y el primero continúa pidiendo. Cuando un jugador pide una carta a otro y el segundo no la tiene, el primer jugador pierde su turno, que pasa al siguiente. ¡Atención!, un jugador puede seguir pidiendo cartas, cuando llegue su turno, aunque no tenga ninguna carta en la mano.

   Cuando un jugador tiene una familia en la mano, con sus 6 miembros: padre, madre, abuelo, abuela, hijo, hija, lo anuncia, la muestra al resto, la saca del juego y la coloca junto a él en la mesa. La partida continúa con una familia menos.


Uno de los alumnos jugando


Para terminar:
   El juego acaba cuando todas las familias están completas y, por lo tanto, ninguno de los jugadores tiene cartas en la mano. Gana el jugador que haya conseguido más familias a lo largo de la partida.

   Para explicar la mecánica del juego en clase lo mejor es hacer una presentación sencillita, mostrando las distintas familias, las reglas y proponiendo muestras de lengua que los alumnos podrán utilizar durante la partida.

   Es muy recomendable, también, jugar una partidita de prueba para que vean, en la práctica, cómo se desarrolla el juego y pregunten si tienen alguna duda.

   Y así mis chavales se lo pasaron muy bien y los temibles 45 minutos finales pasaron en un abrir y cerrar de ojos.

miércoles, 30 de septiembre de 2015

"PASAPALABRA" en clase de español

Por Adriana Chen 陈佳佳 (Edición de Adrián Biarje López)

   Hoy nos presenta una interesante actividad Adriana Chen (陈佳佳),  profesora en la Escuela de Lenguas Extranjeras de Guangzhou (广州外国语学校).  Adriana es  gradudada de la facultad de español de la Universidad de Estudios Extranjeros de Guangdong (广州外语外贸大学). Actualmente, colabora en nuestro blog, ya que se encarga de nuestro espacio en la plataforma social Wechat (微信), muy utilizada en el gigante asiático. 

   Pasapalabra es un concurso de televisión español emitido desde el año 2000, en el que cada concursante debe acertar el máximo número de palabras posible según las definiciones cortas leídas por el presentador en un tiempo limitado.

El rosco del Pasapalabra

 Este verano llevé a 20 alumnos a un campamento en la ciudad de Cuenca, España. Ví que una profesora española había adaptado el concurso Pasapalabra a su clase de español, y me dio la idea de llevarlo a mi clase.

   Al principio de cada semestre tenemos que pensar en varias actividades para que los alumnos repasen, es decir, practiquen las cosas aprendidas en el semestre anterior, porque los alumnos siempre olvidan muchas cosas durante las largas vacaciones de verano.

   La actividad es fácil de llevar al aula. Lo primero es diseñar 2 círculos con el alfabeto en cartulinas de colores para que sea más visual. Luego, ya en la clase,  se divide  los alumnos en 2 grupos. Cada grupo se encarga de pensar en 27 palabras que previamente han estudiado y que empiezan o contienen las letras del abecedario y, a continución, las escriben en un papel. Luego, en cada grupo se seleccionan 3 alumnos como ¨concursantes¨ para adivinar y uno para controlar el tiempo (5 minutos). Después, se intercambian los papeles entre los 2 grupos sin que los ¨concursantes¨ vean las palabras.


Uno de los estudiantes jugando a este juego en Cuenca


Los ¨concursantes¨ se ponen de pie delante la clase mientras que sus compañeros se sientan juntos y les ayudan a describir o les dan algunas pistas diciendo las definiciónes o presentando con gestos las palabra. Claro, cuando hablan, siempre tiene que ser en español; esa es la parte más interesante, y los alumnos se ríen muchísimo.

   Cuando termina un grupo, apuntamos el número de palabras acertadas en la pizarra, y le toca al otro grupo. Al final, el grupo que acierta más palabras, gana.

   A mis alumnos les encantó la actividad. No sólo repasamos muchas palabras, sino también disfrutamos de las presentaciones de los compañeros. ¿Qué te parece la actividad? Si tienes ideas mejores, ¡dinos por favor!


Juan intentando completar su rosco




sábado, 12 de septiembre de 2015

Sé lo que hicistéis el último verano



Tres, dos, uno...



   El curso ha dado el pistoletazo de salida en China y aquí estamos para contaros cómo hemos hecho nuestra primera clase. En otras ocasiones, ya os habíamos comentado esos primeros pasos con niños principiantes o alumnos que todavía no conocíamos. Pero ¿qué hacéis con aquellos que ya tienen cierto nivel de español? ¿Con aquellos que ya tienen un nombre en nuestra lengua?



   Esto es lo que hemos hecho nosotros: una actividad perfecta para repasar, hablar de un tema actual y cercano a los alumnos y que además nos va a servir para empezar a decorar el aula. ¿Qué necesitamos? Pues poco más que lo que veis en la foto: papel grande para crear los pósters y lápices y tarjetas de colores.



Material necesario para llevar esta actividad al aula


   Para calentar motores y afianzar la dinámica que vamos a utilizar en la parte principal de la actividad, hemos hecho uso de nuestra querida estrella curiosa. Tras dibujarla en la pizarra, completamente vacía, le pido a mis alumnos que adivinen lo que he hecho este verano, haciendo preguntas a las que solo puedo contestar sí o no. Un precalentamiento fácil y dinámico que obliga a los estudiantes a participar y hacer uso de la lengua.


   A continuación, les muestro el póster y les digo que ahora es su turno. Tienen que contarme algo interesante que hayan hecho este verano en la tarjetita que les doy. Haciendo uso del pretérito indefinido, escribir una sola frase. Una vez lo han hecho, las recojo y las vuelvo a repartir de forma aleatoria. Cada alumno tendrá que encontrar al dueño de la tarjeta, haciendo preguntas alrededor del aula y ampliar la información obtenida con más preguntas: ¿Cómo fuiste? ¿Cuándo? ¿Con quién? ¿Qué hiciste? ¿Te gustó?... Y escribir todo en la tarjeta antes de colgarla en la pared donde hemos colgado nuestro poster de “El Pasado Verano...”



Los niños realizando la parte oral de esta actividad



   Pero... como repasar el pretérito indefinido con mis alumnos era pan comido, quise continuar con la actividad complicándola un poquito más. Esta vez tenían que hacer uso de nuestro queridísimo presente simple del subjuntivo, para contarnos que piensan o creen que van a hacer el próximo verano. Por ejemplo: "el próximo verano puede que vaya a la Antártida"



   La dinámica es exactamente la misma que la de la primera parte de la actividad. Escribir su propio mensaje, encontrar al dueño de la tarjeta que le ha tocado y ampliar la información obtenida en ella haciendo preguntas, antes de pegarla en nuestro poster de “El Próximo verano...”



Resultado final de nuestra actividad
Tarjeta de uno de los alumnos



   Y con esta simple actividad, mis alumnos y yo hemos conseguido ponernos al día sobre nuestras aventuras veraniegas, repasar un poquito de español y comenzar con la ardua tarea de redecorar el aula un año más.



   Feliz curso 2015-2016 a todos.