miércoles, 16 de octubre de 2013

Patatas, huevos, sal y ¡español!

Por Leticia Caballero   

  Si hay algo que los chinos y los españoles tenemos en común, eso es la pasión por la comida. Ellos, por la suya y nosotros, por la nuestra… Pero vamos, que en las dos culturas lo de zampar gusta, aunque a ellos se les note menos… ;-)

   Sabiendo esto, y con la intención de acercar a mis estudiantes a la cultura y forma de vida de España, decidí montar en la clase una cocina y convertirles a ellos en aprendices del arte culinario español. No me caracterizo por ser la mejor cocinera del mundo, pero la tortilla me sale de rechupete, así que… ¡Aceite al fuego, que empezamos con nuestra clase de cocina!

   El mejor contexto para llevar ésta a cabo es ligarla al tema de la comida, cuando estudiamos cómo comprar o cómo pedir en un restaurante. Y así, lo hice yo.

   Escribimos el nombre del plato o los platos a cocinar, así como los ingredientes, en la pizarra y pedimos a los estudiantes que identifiquen éstos en la bolsa de la compra y los vayan sacando y colocando en la mesa. A continuación, ejemplifico los pasos que tienen que seguir. Todo en español. Lo hacemos poquito a poco. Primero, un paso, y les dejo realizar, luego otro y continuamos… Con cada paso que explicamos, seria interesante escribir los verbos que utilizamos en la pizarra también. Así se van familiarizando con ellos.
Los preparativos
   Además de la tortilla de patatas, también les enseño a preparar “Plátanos con galletas”. Es una merienda típica de Canarias, muy facilita de llevar a clase y que además les suele encantar. Plátanos, galletas María y naranjas. Los plátanos los escachamos utilizando un tenedor hasta que queden hechos papilla. Y lo mismo,  hacemos con las galletas. Esta es la parte más divertida. Metemos las galletas en una bolsa, la cerramos y, botella en mano, nos liamos a zarpazos con ellas hasta que queden completamente destrozadas. Luego, lo mezclamos todo y, por encima, le exprimimos media naranja. Lo ponemos bonito… y ya. ¡Listo para comer!
Postre canario
   Los chavales disfrutan, concentradísimos, pelando las patatas, escachando los plátanos o peleándose con las galletas. Al final, todos juntos y alrededor de la mesa, nos zampamos tan merecido pincho y los niños se van de clase, con algo nuevo aprendido y el estómago lleno. Y ya sabemos todos lo bien que esto último le ha ido a muchos en el arte de la conquista.
Máxima espectación
   Eso sí, el profesor no puede despistarse en ningún momento. Recordemos que estamos trabajando con aceite caliente y fuego. La seguridad de nuestros estudiantes tiene que ser lo primero.  

   Para completar la actividad, yo suelo entregar por escrito las dos recetas, así como un cuestionario sobre ambas. Se trata de una compresión lectora, que además les servirá como modelo para la tarea final, que no es otra que escribir la receta de su plato chino favorito.

   Espero que os haya entrado a todos el gusanillo y que pronto andéis pretendiendo ser el “Chicote” de vuestras clases.

lunes, 14 de octubre de 2013

Blogs de referencia I

Por Nélida Tójar   

   Hoy os quiero presentar un blog del que los foreignschoolers nos consideramos fans, así, con ese, como diría la Agrado de Almodóvar. Se trata de http://creativelanguageclass.wordpress.com

   Es imposible no adorar esta página. Bueno, mejor dicho: sólo es posible no adorar esta página si no puedes llevar a tu aula la filosofía y actividades que estas dos profesoras estadounidenses proponen, porque entonces la rabia será de órdago y la odiarás.

   Siempre preocupadas por llevar materiales auténticos al aula, llevan esto hasta el extremo. Más de lo que ellas hacen sería coger a los niños, soltarles en la plaza Mayor de Guanajuato y dejarles interactuar con los viandantes. Os voy a poner solo dos ejemplos: lo que ellas llaman “real world homework” y “lecturas auténticas para aumentar vocabulario”.

     Pensando en lo aburrido de las tareas del Libro de Ejercicios que tenían que mandar como deberes (y lo inútil, porque sabían que se las copiaban unos de otros), se les ocurrió la idea de asignar actividades que estuvieran directamente relacionadas con lo que ellas llaman el mundo real: es decir, desenvolverte en una situación comunicativa real. Y ahora pongo ejemplos para que se entienda.

   Si la función comunicativa de la unidad que están trabajando es la de saber desenvolverse en el médico, no les pidamos que rellenen ejercicios de huecos con síntomas, que conjuguen “me duele” en todas sus formas 3 veces y que busquen todas las partes del cuerpo humano que empiezan por eme; Kara y Megan, las autoras del blog, les proponen a los alumnos un listado de unas 10 o 12 actividades reales de las que tienen que elegir 5. Traduzco aquí algunas de las que cuelgan en la foto de su web y que corresponderían a esta unidad (no puedo leerlas con claridad, así que espero acertar con la traducción):

1)      Ten una conversación de mensajes con alguien sobre algo que te está doliendo y cómo tratarlo.
2)      Juega a “Operando” y di las partes del cuerpo según las vayas sacando.
3)      Encuentra un artículo sobre lesiones deportivas. Sugerencia: http://espndeportes.espn.go.com.
4)      Crea un dibujo de un cuerpo de tamaño real y nombra 15 partes. Hazle una foto o tráelo.
5)      Responde a la entrada “no me siento bien, estoy enfermo, etc” en el wikispace de la clase o en Edmodo (ambos espacios en la red para compartir información entre profesores y alumnos en este caso).
6)      Canta canciones infantiles como (y pone tres ejemplos, todos de canciones relacionadas con esta unidad). Grábate o hazlo en clase.
7)      Encuentra un anuncio médico. Sugerencias: en revistas, en Internet o en periódicos.
8)      Graba un vídeo describiendo síntomas de una enfermedad o de una lesión de un accidente.
9)      Escribe un párrafo describiendo una vez que fuiste al médico, ¿qué te pasaba? ¿cuáles eran tus síntomas? ¿qué te propuso hacer para sentirte mejor?
10)  Escucha una canción que nombre partes del cuerpo. Bájate la letra o averíguala. Sugerencias: Cuidarte el alma, La Tortura

   Para bordar la idea, han creado unos sellos de caucho donde no pone “correcto” e “incorrecto”, sino “me gusta”, “¡qué bueno!”, “¡muy bien!”, y lo estampan sobre las actividades realizadas una vez corregidas.
Deberes del mundo real
   Allá vamos con otra propuesta: dar lecturas verdaderas para identificar nuevo vocabulario. De nuevo abordamos la unidad del médico. Las profesoras buscan en Internet documentos reales, los imprimen en color para aumentar la sensación de autenticidad, numeran las lecturas y simplemente señalan a los alumnos cuántas partes del cuerpo deben encontrar en cada una de ellas. ¿Y para deberes? Buscar ellos mismos una lectura auténtica.

   Algunos tipos de lecturas:

   Esto son solo dos ejemplos de su afán por mostrar a los alumnos que el lenguaje que estudiamos en el aula hace posible la comunicación, que ese y no otro es su mayor potencial, y que no solo sirve para rellenar cuadernos y tener buenas notas.

   Pero de este blog no se puede desperdiciar nada: tiene unas ideas geniales para decorar la clase, explica rutinas que ellas siguen para gestionar el aula y que les funcionan de maravilla. Esto sumado a los juegos, las propuestas para trabajar con las películas o los materiales de actividades divididas por competencias, hacen de este blog una parada obligada en la red. Inconvenientes: que está en escrita en inglés y que desde China no es de fácil acceso. Pero todo es posible si uno se lo propone.


   Esperamos que la disfrutéis tanto como nosotros y, sobre todo, que podáis trasladar algunas de sus propuestas a vuestras clases, y así podáis adorarla como nosotros y no abominar de ella.

jueves, 10 de octubre de 2013

Dando color a las conjugaciones verbales

Por Adrián Biarje   

   Las conjugaciones verbales del castellano son una de las dificultades de nuestros estudiantes; para intentar facilitar la tarea y motivar a los estudiantes, yo les pido que traigan los colores a clase y  me aseguro de que tengo tizas de colores suficientes en la clase…


AND- AR       
 COM-ER
VIV-IR
Yo           
ando
como
vivo
andas
comes
vives
Él/Ella
anda
come
vive
Nosotros/as
andamos
comemos
vivimos
Vosotros/as
andáis
coméis
vivís
Ellos/as
andan
comen
viven

   Aunque utilizar colores para marcar las conjugaciones no es nada nuevo, no muchos profesores ni libros utilizan este recurso.  Además las tres conjugaciones en presente de indicativo tienen partes comunes, ¿por qué no remarcarlo para que sea obvio e intentar animar a los estudiantes? ¿Por qué no presentarlo como un juego? 

   Después de haber copiado la tabla en la pizarra, hago preguntas a los estudiantes: ¿qué persona es siempre igual?, ¿qué tipo de conjugación es distinta?, ¿a cuál y como se parece?, ¿cómo he marcado esa diferencia en la tabla?, ¿por qué no se dice vivíis?  Humildemente, creo que hacerles pensar es una forma de que asimilen el contenido y presten atención a la forma. 

   Otra opción es presentar primero la tabla sin colores y pedir a los alumnos que marquen ellos mismos las diferencias, o primero (o después de haberles dado tiempo para pensar con la tabla vacía) mostrar una conjugación como modelo y que ellos prueben con las restantes.  La elección de una de estas opciones depende del grupo de estudiantes con el que trabajemos y del tiempo que podamos/queramos dedicarle en la clase.

   Después les explico que, incluso aunque el verbo sea irregular, en muchas ocasiones tienen patrones comunes, y les pido que cada vez que se encuentren algún verbo irregular marquen tanto la parte irregular como regular, por ejemplo el verbo “estar” en presente de indicativo ¿no se trata de una primera conjugación regular con una “y” en la primera persona? Algunos profesores, también les piden que cada vez que se encuentren un verbo nuevo lo conjuguen al final de la libreta, ¿por qué no añadirle un código (secreto)?

   Cuando ya hemos trabajado con las conjugaciones, les pido que cierren las libretas, se levanten y  se dividan en tres grupos; les doy una tiza por grupo y divido la pizarra (por desgracia yo sólo tengo una) en tres partes. Entonces escribo o leo en voz alta (dependiendo de los ciclos lunares) un verbo en la pizarra y cada participante de cada grupo tiene que correr a la pizarra escribir una persona conjugada del verbo, correr hacia el grupo y pasarle la tiza al siguiente miembro. El grupo que primero acabe de escribir se lleva dos puntos y cada respuesta correcta suma un punto.

   De esta forma aprenden y se mueven….  Mens sana in corpore sano

miércoles, 9 de octubre de 2013

Amenizando las clases de pronunciación

Por Leticia Caballero   

  Yo no sé vosotros, pero a mí, como estudiante de una lengua extranjera, el chino, no hay cosa que más me aburra que esas largas sesiones de pronunciación en las que el profesor se empeña en que capte y reproduzca la diferencia entre los cuatro tonos existentes en la lengua más hablada en el mundo… Me aburro, me aburro y me frustro.

   A veces, tenemos que ser conscientes de que no todo es posible aprenderlo en un día. Que tenemos que dosificar la introducción de ciertos temas y no sobre marcar los errores, sobre todo en las primeras sesiones, ya sea de chino, español o suahili. Si hacemos que el alumno se frustre, corremos el riesgo de perderlo.

   Las actividades que os propongo a continuación tienen justo ese objetivo: amenizar las primeras clases, en particular las dirigidas a la enseñanza de la pronunciación y el aprendizaje de lectura, proporcionar un descanso a los estudiantes, introducir un componente lúdico… En definitiva, hacer que se lo pasen bien, aprendiendo algo tan aburrido.

   Si hay algo que le cuesta a los estudiantes sinohablantes a la hora de pronunciar, eso es diferenciar, tanto al escuchar como al emitir, los fonemas /p/ y /b/, así como /d/ y /t/, y en menor medida /c/ y /g/. Un juego que yo hago mucho en mis clases es el siguiente: Se trata de una competición en grupo clase abierto. No todos van a poder competir, pero sí que todos van a realizar el ejercicio y participar en la corrección. La idea la saqué de un ejercicio que el libro Etapas China A1.1, de Edinumen, propone en la página 9.

   Sacamos a la pizarra a 4, 6 o los estudiantes que quepan… Yo, como tengo tres pizarras, puedo explayarme bien con el número y así hacer que sea más divertido. Cada uno va a trabajar sobre un cuadro exactamente igual que el expuesto en la foto de más abajo. El niño va a escuchar una sílaba, digamos BA, y tendrá que discriminar cual cree haber escuchado.


   Igual, así por escrito… pues no suena tan divertido, pero os juro que los niños se lo pasan bomba… Se regalan miradas, buscan ayuda, piden auxilio… Pero todo, entre risas. IMPORTANTE: A la hora de la corrección, que realizo después de haber dicho las cinco sílabas, el profesor debe dar suspense al asunto… Es un ejercicio corto, no conlleva mucho esfuerzo y da a los alumnos un respiro.

   Se puede repetir la misma actividad con las tres parejas de fonemas anteriormente mencionadas, pero recomendaría no hacerlo en una misma sesión y estaría bien que de vez en cuando, incluso en niveles algo más altos, recuperáramos este tipo de ejercicios.  



   Otra actividad, también muy rápida y divertida y que no conlleva casi ninguna preparación, es la que os propongo a continuación. Para llevarla a cabo, necesitamos varios sets de las letras del alfabeto en tarjetas. Yo siempre tengo 6 en clase, porque suelen venir bien. Las vocales las pongo doble.

   Divido a la clase en grupos y de nuevo les motivo contándoles que esto es una súper competición en la que no sólo hay que ser el más rápido sino además el más acertado.

   Una vez los grupos están listos, digo la primera palabra, por ejemplo: ESPADA. Los alumnos, utilizando el set de tarjetas, tendrán que escribir la palabra correctamente y el primero que lo haga será el ganador del punto.

   Si os fijáis, esta palabra incluye dos de los fonemas que más dificultades dan a los estudiantes chinos. Se van a equivocar, pero repetimos de nuevo y  al final siempre llegan a ellos.

   El principal objetivo de esta actividad no es solo la discriminación de fonemas complicados de reconocer, sino despertar en los alumnos la necesidad de tener que recordar o memorizar la ortografía, sobre todo de determinadas palabras.


   Bueno, y con estas dos ideas para fomentar la diversión y evitar la frustración, os dejo hasta la próxima entrada. Es o sí, no quería despedirme sin invitaros una vez más a participar, compartir ideas, mejorar lo que proponemos… Esas cosas que se hacen en los blogs. Ustedes ya lo saben.

domingo, 6 de octubre de 2013

La elección del nombre español

Por Nélida Tójar   

   Estoy segura de que a casi cualquier profesor de español que le pregunten, sea de primaria, secundaria o de universidad, les dirá que tiene al menos un alumno en su clase con un nombre llamémosle “especial”. Y escribo esto con una sonrisa dibujada en mi cara, porque a veces resulta inevitable echarse las manos a la cabeza o lanzar la mirada al cielo clamando serenidad interna para no estallar en una enorme carcajada, o simplemente echarse a llorar.

   Y es que ya sabemos que entre nosotros existe la costumbre de hacer a los alumnos elegir un nombre español, no solo por lo que todo ello implica (cultura, fonética, integración, motivación, etc.), sino para que algunos de nosotros tardemos solo dos días y no dos meses en aprendernos los nombres de nuestra nueva clase.

   Muchos de ellos adoptan el mismo nombre que ya tenían en inglés, que a buen seguro lo eligieron antes que el español: si en inglés me llamo Alex, en español le pongo una tilde y lo tengo. Otros lo adaptan: en inglés me llamo Alice y en español Alicia. Y molo mazo.

   En ocasiones llegas a aulas donde un profesor, en plena posesión de sus facultades, supervisó exhaustivamente la elección de nombres, y ninguno o casi ninguno desentona.

   O te puede pasar como a mí hace dos semestres, que me encontré con chicas que se llamaban Monita, Freja, Angelia,… y nombres masculinos como Mayo, López o Jafe, algunos de ellos sugeridos por el profesor que me había precedido.

   Recuerdo el momento en que, apostada frente a la clase, leo en la lista Camilo, ¿quién es Camilo?, mientras proyecto la voz y dirijo la mirada hacia el fondo, donde se habían sentado los escasos 6 chicos que había. Y una preciosa niña sentada justo delante de mí levanta la mano y dice: yo. ¿Cómo te quedas? Al día siguiente le envié un mail sugiriéndole un cambio de nombre a femenino, que aceptó entre sorprendida y agradecida.

   Ayer mismo me escribía una compañera de profesión: “tengo en la misma clase a Betty, Kitty, Katy, Wiky, Nicky, Vitty, Kelly, Kylie, Gigi, Phoebe…>.< Cuando una llega y me dice que se llama Carmen, ¡es para darle una medalla!” Y prosigue: “luego a otra la llamo Gigi y me dice enfadada: soy Yoyo” >.<

   Me asomo a la web de esta misma colega y compruebo que algunos de sus estudiantes de este año se llaman Perfecto, Yip, Loki... Claro, ¿qué haces con esto? ¿Dónde están los límites? ¿Se puede imponer algo tan personal como un nombre propio? ¿Cómo medir el apego de un niño a su nombre español como para no herir su sensibilidad sugiriéndole un cambio?  ¿Sólo vamos a proponer y aprobar aquellos nombres que a nosotros nos parezcan comunes, con la dosis de subjetividad que esto supone?

   Personalmente pienso que, mientras el nombre no sea ofensivo para la persona, todo es válido. La niña de antes llamada Monita, en España u otro país hispanohablante, quizá fuera objeto de burla a causa de su nombre, por tanto aconsejaría un cambio. Pero una niña llamada Girasol, uña y carne de su inseparable amiga Sol y por lo tanto elegido el nombre a conciencia, no entiendo que debiera cambiarlo solo porque en el área geográfica de donde yo provengo no es habitual, mientras sí lo son Begoña, Rosa o Margarita, que también son flores.

   Sería interesantísimo poder leer las anécdotas de otros compañeros de profesión sobre la elección de los nombres españoles de sus alumnos y, sobre todo, vuestras opiniones acerca de las preguntas planteadas.