lunes, 23 de noviembre de 2015

WAKU, WAKU y la comprensión lectora

Por Leticia Caballero   
   En varias ocasiones, hemos tratado el tema de la comprensión lectora y cómo buscar, encontrar y crear actividades que hagan los ejercicios post lectura más divertidos, entretenidos y en los que consigamos trabajar otras destrezas. Yo, personalmente, os propuse este el año pasado. Pues bien, aquí os voy a dejar otra actividad que he llevado recientemente a clase y que ha funcionado muy bien.
   La inspiración me vino estando de cachondeo con mi amigo Manolo, recordando viejos programas de televisión, como el Waku, Waku; o Juegos de Niños (el de los gallifantes). ¿Y si creamos un concurso sobre la lectura que acabamos de realizar dejando que sean los estudiantes los que escriban las propias preguntas? ¿Y si les premiamos por cada acierto? ¿Y si además organizamos la clase para tal efecto? Yo estaba lista para montar el show.
   El objetivo era trabajar la compresión lectora de dos textos del libro, pero por supuesto que esta actividad se puede adaptar a cualquier tipo de texto y casi no necesita preparación. Los materiales que utilizamos para hacer el concurso algo más real fueron: Dos mini pizarras blancas, dos rotuladores, papeles de colores y objetos que simbolizan los premios. Os prometo que quería llevar “gallifantes” pero no pude hacerme con ellos.
Materiales necesarios para la actividad
    Tras haber visto el vocabulario necesario y antes de comenzar la lectura, con el objetivo de motivar la actividad, les cuento en qué va a consistir y cómo la vamos a desarrollar. Mientras leen, les hago entrega de un papel pequeño en el que cada uno tendrá que escribir una pregunta sobre los textos. “La pregunta tiene que ser muy, muy, muy difícil”, les digo.
Preguntas escritas por los estudiantes tras la lectura y listas para el concurso
    Una vez los alumnos nos han entregados las preguntas, tras finalizar la lectura, dividimos a la clase en dos grupos o más, según el número de estudiantes. A cada grupo le vamos a hacer entrega de una pizarra blanca y un rotulador, con el que tendrán que escribir sus respuestas. Solo podrá contestar el pupilo de cada grupo que esté en posesión de la pizarra, mientras los demás se mantienen atentos, pues si los dos fallan, se pasarán las pizarras para que contesten los siguientes. Si aciertan, van acumulando “gallifantes” que podrán intercambiar por premios al finalizar el concurso.
Imagen durante el concurso
    Un ejercicio muy simple de llevar a cabo, motivador y con el que se puede trabajar tanto la comprensión lectora, como otras destrezas. ¿Qué os parece? ¿Qué otros concursos se os ocurren que podemos llevar a clase? A mí, la idea de nuestra compañera Adriana para llevar el pasapalabra al aula me encantó. En breve pienso ponerla en practica. 

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