Por Nélida Tójar
En ocasiones, enseñar los tipos de texto en español puede resultar a los alumnos algo tedioso; nos esforzamos para que sea una experiencia entretenida y creativa, pero al final el que se tiene que sentar frente al papel en blanco es el estudiante.
En ocasiones, enseñar los tipos de texto en español puede resultar a los alumnos algo tedioso; nos esforzamos para que sea una experiencia entretenida y creativa, pero al final el que se tiene que sentar frente al papel en blanco es el estudiante.
Aquí os voy a proponer una actividad que en
mi clase triunfó sobremanera: antes de acabarla los niños estaban haciendo
vídeos y sacando los móviles para hacer fotos del resultado. Yo misma me
sorprendí del éxito que tuvo, por eso os la cuento.
Una vez hemos visto los cuentos, su
estructura, frases habituales para comenzar y acabar, e incluso hemos escrito
nuestro propio cuento, es el momento de trasladar todo esto a una clase oral.
Recuerda brevemente en la pizarra las partes
del cuento y luego muestra una imagen con una tela de araña. Diles que vamos a
crear un cuento oral entre todos mientras hacemos algo parecido a la imagen que
ven; para ello necesitamos un par de madejas de lana bien vistosas y colocar a
todos los alumnos en círculo, algo separados los unos de los otros.
Uno de los alumnos comienza el cuento: Había
una vez… y tira la madeja a un compañero mientras sostiene un extremo. El que
la recibe continúa con un par de frases y vuelve a tirar la madeja, quedándose
un punto de la lana mientras la mantiene tensa entre el anterior alumno y el
siguiente. Y así con todos los alumnos varias veces. Con esto vamos logrando
que se forme algo parecido a la tela de araña de la foto
Ellos mismos me pidieron que sacara esta foto al final de la clase. Una de las madejas es blanca, por eso no se aprecia muy bien |
Cuando se acaba un cuento, comienza otro. El
profesor tiene que estar atento para que se cumpla la estructura: presentación
de personajes, descripción, aparición del conflicto, etc.
Lo que va a pasar, al menos lo que me
ocurrió a mí, es algo previsible: se van a utilizar unos a otros como
personajes, van a hacer que les pasen cosas inverosímiles (“llega a casa de su
tía y está muerta”, “habla con su vecino y le dice que él la mató”), y van a
pasar un rato divertido haciendo una cosa que solos y frente al papel en blanco
les cuesta mucho más.
Esta idea de
sentarse en círculo y contar cuentos creando una tela de araña la leí en una
publicación de la Consejería de Educación en Brasil titulada Orientaciones para la enseñanza
de ELE: más de 100 actividades para dinamizar la clase de español.
En mi clase se escuchaban atentamente unos a otros, se corregían a veces, y
todos querían participar, hasta los más tímidos o que peor expresión oral
tienen, así que sin duda os invito a probarla si tenéis ocasión.
me gustò mucho esta actividad, la pondrè en practica en mi clase. un beso desde Chile.
ResponderEliminar¡Suerte, Patricio!
EliminarSi encuentras el momento, cuéntanos cómo salió con tus alumnos :)
Saludos