domingo, 12 de octubre de 2014

10 cosas que debe saber un profesor de español en China

Por Leticia Caballero

    Enseñar no es moco de pavo. Eso lo sabemos todos los profesores, ya seamos profes de español, historia, filosofía o matemáticas. Tratar con jóvenes nunca ha sido fácil, sobre todo si como a nosotros, os tocan los que están en la edad del pavo o los que viven en ella de forma continuada.

     Pues bien, la cosa se complica aún más cuando desempeñamos tan preciada función en un país cuya cultura y tradición dista mucho de la nuestra. Por eso, esta semana nos hemos animado a escribir esta entrada, que esperamos os sirva de mucho a todos aquellos que ya están aquí o se vengan al Gigante Asiático a enseñar nuestra lengua.

     Y ahora, dejémonos de rollo y vayamos al grano:

* ¡Quizás, quizás, quizás!

     Los estudiantes chinos siempre dicen sí, pero no siempre ese sí significa sí. Y si ya dicen “quizás”, casi seguro que eso significa no. Y al que dice no, siempre estale eternamente agradecido. ¿Complicado, verdad? No os preocupéis, os lo explicamos.

     Los estudiantes chinos no están acostumbrados a contradecir al profesor, tienen miedo al error y no les gusta nada llamar la atención. Por eso, cuando llegas y, tras la explicación, les preguntas “¿Lo habéis entendido?” y todos contestan “¡Síííííííííí!”, tú te crees el mejor profesor del mundo. Creencia que se viene abajo en cuanto te da por verificar dicha respuesta y te das cuenta que más de la mitad de la clase está completamente perdida.

     En China es muy importante tirar de ejemplos en el momento de dar instrucciones, del mismo modo que es imprescindible comprobar que los estudiantes los han entendido todo de forma individual, porque ellos nunca van a decir “No profe, yo esto no lo pillo”.

     Y nunca os fiéis de esas sonrisitas ingenuas que parecen confirmar que sí que lo han pillado. La llevan años practicando y la tienen más que dominada.

* La pasión, una arma de doble filo.

     Los españoles somos, casi todos, personas apasionadas. Lo sé. Suena a topicazo, pero es que mis estudiantes es la característica que más resaltan a la hora de evaluar mi trabajo. ¿Positivo o negativo? ¿Qué creéis?

     Pues bien, en mi opinión, la pasión puede llegar a ser un arma de doble filo en las aulas chinas. Hasta que los alumnos se acostumbran a nuestros aspavientos, gestos, cambios de voz, etcétera... Muchos de ellos llegan a perderse con nuestra imagen, ignorando los conocimientos que con ella estamos compartiendo. Es nuestra labor, bajarlos de la luna y hacerles comprender que esos movimientos de manos son de los más común en España y que pronto les tocará aprenderlos.

* “Los ninños con los niños y las niñas con las niñas”

     ¿A qué os acabáis de acordar de vuestros abuelos? ¿A qué me habéis juzgado de conservadora nada más leer la fracesita? Pues no chicos, no lo soy. Pero es que después de cuatro años intentándolo... YO DESISTO.

     No les gusta mezclarse e intentar forzarlo puede llevar al fracaso de la actividad. No es su culpa, en ocasiones es el propio colegio quien les lleva a esto. Por ejemplo, en el mío, en las clases de Educación Física, los alumnos son separados según el sexo.

Los niños siempre trabajan entre ellos y las niñas igual.
* Lady Gaga, Michael Jackson, Taylor Swift y para de contar.

     Los personajes famosos, las monumentos más emblemáticos o los eventos más esperados por nosotros, no son, ni de lejos, conocidos para la vasta mayoría de nuestros estudiantes. Y viceversa, por supuesto. De ahí, que en ocasiones resulte algo más complicado llevar a cabo ciertas actividades o hacerles entender ciertas frases hechas de esas que tantos nos gustan a los españoles. Por eso, en China, es mejor no dar por hecho absolutamente nada e introducir todo como nuevo.

* El amor, apuesta segura para el éxito de cualquier actividad.

     Parece una tontería, pero todos los que aquí trabajamos nos guardamos esta carta en la manga. Qué los alumnos no parecen motivados, la sacamos. Qué los alumnos andan distraídos, pues también la sacamos. Qué alumnos se aburren, pues jugamos al amor y todo solucionado.

* Una imagen vale más que mil palabras.

     Este dicho popular no podría aplicarse mejor en nuestras clases de español en China. Entre los estudiantes y nosotros existe una gran diferencia cultural y una barrera idomática en la mayoría de los casos. ¿Cómo enseñar vocabulario? Pues no hay nada mejor para ello que la imagen, ya sea en un PPT, un vídeo, fotos... Todo vale. No lo olvidéis y a capturar todo los que podáis.

Ejemplo de imágenes utilizadas para la presentación de vocabulario nuevo
* Marcar el límite es conveniente.

     Los alumnos chinos están acostumbrados a una figura del profesor muy diferente a la nuestra. En China, el profesor es autoritario y un modelo a seguir, lo que obliga a muchos laoshi a interpretar un papel casi militaresco. Por supuesto, los que venimos del oeste no somos así, ni mucho menos, y esto a veces les lleva a confusión. Que seamos cercanos, hagamos bromas o les dejemos hablar de cualquier cosa en clase, a veces les hace pensar que con nosotros no hay limites. Que nos pueden vacilar, sobre todo en chino. Por eso, es bueno marcar un poco la distancia. Hacerles entender que aunque seamos blancos y hagamos estupideces en clase, seguimos siendo el profesor y que, como decía mi madre, el respeto es muy bonito.

* Un líder

     Con los años me he dado cuenta de que este método, que al principio rechazaba y me negaba a utilizar, funciona y muy bien. En este país, cada clase tiene varios líderes asignados a los que el resto de alumnos respetan y que ayudan al funcionamiento del aula. Recordemos que el mínimo de estudiantes por clase en China es de 50. Pues bien, hacer uso de estos en nuestra hora de clase es más que positivo. Sus labores no son otras que recoger los deberes, ayudar a la profesora en el mantenimiento del orden, verificar que la labores de limpieza del aula se llevan a cabo... Mi vida era mucho más caótica cuando me negaba a utilizar este método y la de ellos también. Al fin y al cabo, es ésta una cultura acostumbrada a seguir a sus líderes sin rechistar.

* El Tibet, Taiwán, la demoracia, la homoexualidad y algunas otras cosas más.

     Antes de llegar, es conveniente que consultéis en la red cuáles son esos temas típicos de los que más vale no hablar en esta parte del mundo. Normalmente, cuando un profesor extranjero llega a un colegio chino recibe un documento en el que se menciona de manera superficial aquellos tópicos que son preferibles no tocar en clase. Yo, en mi caso, lo sigo a raja tabla, paso de complicaciones, aunque es cierto que en varias ocasiones algunos de mis estudiantes me han preguntado al respecto, sobre todo por la homosexualidad y el papel de esta en España. ¿Cómo reaccionar? Diciendo la verdad con una frase sentenciosa y corta y cambiando de tema lo antes posible.

* “Shang ke”, Anjing”, “Xia ke”...

      A los extranjeros no se nos exige en ningún momento hablar chino. Es más, algunos colegios prefieren que no lo hablemos para que todas las comunicaciones se lleven a cabo en la lengua meta o en inglés, su obsesión. Pero yo, personalmente, considero que conocer algunas palabras claves tampoco está de más. El chino es difícil, pero no imposible, sobretodo si se administra en dosis pequeñas. ¿Cuáles son tus palabras claves? Pregúntale a tu compañero y úsalas cuando creas convenientes. La reacción de los chicos tampoco tiene desperdicio.

     Y esto es todo amigos. ¿Añadiríais alguna otra más?


     Un saludo y hasta la semana que viene. 

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