Por Leticia Caballero
Enseñar
no es moco de pavo. Eso lo sabemos todos los profesores, ya seamos
profes de español, historia, filosofía o matemáticas. Tratar con
jóvenes nunca ha sido fácil, sobre todo si como a nosotros, os
tocan los que están en la edad del pavo o los que viven en ella de
forma continuada.
Pues
bien, la cosa se complica aún más cuando desempeñamos tan preciada
función en un país cuya cultura y tradición dista mucho de la
nuestra. Por eso, esta semana nos hemos animado a escribir esta
entrada, que esperamos os sirva de mucho a todos aquellos que ya
están aquí o se vengan al Gigante Asiático a enseñar nuestra
lengua.
Y
ahora, dejémonos de rollo y vayamos al grano:
* ¡Quizás,
quizás, quizás!
Los
estudiantes chinos siempre dicen sí, pero no siempre ese sí
significa sí. Y si ya dicen “quizás”, casi seguro que eso
significa no. Y al que dice no, siempre estale eternamente
agradecido. ¿Complicado, verdad? No os preocupéis, os lo
explicamos.
Los
estudiantes chinos no están acostumbrados a contradecir al profesor,
tienen miedo al error y no les gusta nada llamar la atención. Por
eso, cuando llegas y, tras la explicación, les preguntas “¿Lo
habéis entendido?” y todos contestan “¡Síííííííííí!”,
tú te crees el mejor profesor del mundo. Creencia que se viene abajo
en cuanto te da por verificar dicha respuesta y te das cuenta que más
de la mitad de la clase está completamente perdida.
En
China es muy importante tirar de ejemplos en el momento de dar
instrucciones, del mismo modo que es imprescindible comprobar que los
estudiantes los han entendido todo de forma individual, porque ellos
nunca van a decir “No profe, yo esto no lo pillo”.
Y
nunca os fiéis de esas sonrisitas ingenuas que parecen confirmar que
sí que lo han pillado. La llevan años practicando y la tienen más
que dominada.
* La
pasión, una arma de doble filo.
Los
españoles somos, casi todos, personas apasionadas. Lo sé. Suena a
topicazo, pero es que mis estudiantes es la característica que más
resaltan a la hora de evaluar mi trabajo. ¿Positivo o negativo? ¿Qué
creéis?
Pues
bien, en mi opinión, la pasión puede llegar a ser un arma de doble
filo en las aulas chinas. Hasta que los alumnos se acostumbran a
nuestros aspavientos, gestos, cambios de voz, etcétera... Muchos
de ellos llegan a perderse con nuestra imagen, ignorando los
conocimientos que con ella estamos compartiendo. Es nuestra labor,
bajarlos de la luna y hacerles comprender que esos movimientos de
manos son de los más común en España y que pronto les tocará
aprenderlos.
* “Los
ninños con los niños y las niñas con las niñas”
¿A
qué os acabáis de acordar de vuestros abuelos? ¿A qué me habéis
juzgado de conservadora nada más leer la fracesita? Pues no chicos,
no lo soy. Pero es que después de cuatro años intentándolo... YO
DESISTO.
No
les gusta mezclarse e intentar forzarlo puede llevar al fracaso de la
actividad. No es su culpa, en ocasiones es el propio colegio quien
les lleva a esto. Por ejemplo, en el mío, en las clases de Educación
Física, los alumnos son separados según el sexo.
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Los niños siempre trabajan entre ellos y las niñas igual. |
* Lady Gaga, Michael Jackson, Taylor Swift y para de contar.
Los
personajes famosos, las monumentos más emblemáticos o los eventos
más esperados por nosotros, no son, ni de lejos, conocidos para la
vasta mayoría de nuestros estudiantes. Y viceversa, por supuesto. De
ahí, que en ocasiones resulte algo más complicado llevar a cabo
ciertas actividades o hacerles entender ciertas frases hechas de esas
que tantos nos gustan a los españoles. Por eso, en China, es mejor no dar por hecho absolutamente nada e introducir todo como nuevo.
* El
amor, apuesta segura para el éxito de cualquier actividad.
Parece
una tontería, pero todos los que aquí trabajamos nos guardamos esta
carta en la manga. Qué los alumnos no parecen motivados, la sacamos.
Qué los alumnos andan distraídos, pues también la sacamos. Qué
alumnos se aburren, pues jugamos al amor y todo solucionado.
* Una
imagen vale más que mil palabras.
Este
dicho popular no podría aplicarse mejor en nuestras clases de
español en China. Entre los estudiantes y nosotros existe una gran
diferencia cultural y una barrera idomática en la mayoría de los
casos. ¿Cómo enseñar vocabulario? Pues no hay nada mejor para ello
que la imagen, ya sea en un PPT, un vídeo, fotos... Todo vale. No lo
olvidéis y a capturar todo los que podáis.
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Ejemplo de imágenes utilizadas para la presentación de vocabulario nuevo |
* Marcar el límite es conveniente.
Los
alumnos chinos están acostumbrados a una figura del profesor muy
diferente a la nuestra. En China, el profesor es autoritario y un
modelo a seguir, lo que obliga a muchos laoshi a interpretar
un papel casi militaresco. Por supuesto, los que venimos del oeste no
somos así, ni mucho menos, y esto a veces les lleva a confusión.
Que seamos cercanos, hagamos bromas o les dejemos hablar de cualquier
cosa en clase, a veces les hace pensar que con nosotros no hay
limites. Que nos pueden vacilar, sobre todo en chino. Por eso, es
bueno marcar un poco la distancia. Hacerles entender que aunque
seamos blancos y hagamos estupideces en clase, seguimos siendo el
profesor y que, como decía mi madre, el respeto es muy bonito.
* Un
líder
Con
los años me he dado cuenta de que este método, que al principio
rechazaba y me negaba a utilizar, funciona y muy bien. En este país,
cada clase tiene varios líderes asignados a los que el resto de
alumnos respetan y que ayudan al funcionamiento del aula. Recordemos
que el mínimo de estudiantes por clase en China es de 50. Pues bien,
hacer uso de estos en nuestra hora de clase es más que positivo. Sus
labores no son otras que recoger los deberes, ayudar a la profesora
en el mantenimiento del orden, verificar que la labores de limpieza
del aula se llevan a cabo... Mi vida era mucho más caótica cuando
me negaba a utilizar este método y la de ellos también. Al fin y al
cabo, es ésta una cultura acostumbrada a seguir a sus líderes sin
rechistar.
* El
Tibet, Taiwán, la demoracia, la homoexualidad y algunas otras cosas
más.
Antes
de llegar, es conveniente que consultéis en la red cuáles son esos
temas típicos de los que más vale no hablar en esta parte del
mundo. Normalmente, cuando un profesor extranjero llega a un colegio
chino recibe un documento en el que se menciona de manera superficial
aquellos tópicos que son preferibles no tocar en clase. Yo, en mi
caso, lo sigo a raja tabla, paso de complicaciones, aunque es cierto
que en varias ocasiones algunos de mis estudiantes me han preguntado
al respecto, sobre todo por la homosexualidad y el papel de esta en
España. ¿Cómo reaccionar? Diciendo la verdad con una frase
sentenciosa y corta y cambiando de tema lo antes posible.
* “Shang
ke”, Anjing”, “Xia ke”...
A
los extranjeros no se nos exige en ningún momento hablar chino. Es
más, algunos colegios prefieren que no lo hablemos para que todas
las comunicaciones se lleven a cabo en la lengua meta o en inglés,
su obsesión. Pero yo, personalmente, considero que conocer algunas
palabras claves tampoco está de más. El chino es difícil, pero no
imposible, sobretodo si se administra en dosis pequeñas. ¿Cuáles
son tus palabras claves? Pregúntale a tu compañero y úsalas cuando
creas convenientes. La reacción de los chicos tampoco tiene
desperdicio.
Y
esto es todo amigos. ¿Añadiríais alguna otra más?
Un
saludo y hasta la semana que viene.