Por Nélida Tójar
Puede que esto os suene a chino, nunca mejor dicho en el contexto en el que nos hallamos, pero la Respuesta Física Total o TPR (Total Physical Response) no es nada nuevo. Se define como “un método de enseñanza de lenguas que combina el habla con la acción y propone enseñar la lengua a través de la actividad física”. Así lo describe el Diccionario de términos clave de ELE del Cervantes y así os lo traslado yo. Para los curiosos que quieran saber más, aquí dejo este enlace.
Puede que esto os suene a chino, nunca mejor dicho en el contexto en el que nos hallamos, pero la Respuesta Física Total o TPR (Total Physical Response) no es nada nuevo. Se define como “un método de enseñanza de lenguas que combina el habla con la acción y propone enseñar la lengua a través de la actividad física”. Así lo describe el Diccionario de términos clave de ELE del Cervantes y así os lo traslado yo. Para los curiosos que quieran saber más, aquí dejo este enlace.
Y como no me voy a poner muy técnica, lo de combinar el habla con la acción ¿no suena estupendamente? Y si lo pensamos bien, ¿acaso
no lo hemos utilizado ya en algunas actividades con nuestros alumnos?
Ciertamente, muchos de los juegos que hemos propuesto en este mismo blog
suponen una respuesta física a una indicación o instrucción del profesor. Así
que, probablemente, ya estás utilizando este método junto con algunos otros y
ni te habías dado cuenta.
Está especialmente indicado para niveles iniciales: si lo utilizas con
los mayores va a funcionar pero, si lo utilizas con los más pequeños, los vas a
tener felices permitiéndoles levantarse de la silla, ¡obligándoles más bien! La
motivación se dispara.
Yo no pierdo la oportunidad de utilizar la TPR cada vez que tengo que
explicar las preposiciones de lugar, ya sabes: debajo, cerca, entre, delante…
Primero vemos este vocabulario y luego doy cuatro palabras que necesitemos como
referencia (si es que no las conocemos ya): mesa, pizarra, silla, puerta,
ventana, clase.
Y, tras poner un ejemplo, comenzamos una especie de “Simon says…” pero
sin Simon: “Los estudiantes están cerca de la ventana”. Y los estudiantes se
levantan de sus sillas y se acercan a la ventana. “Las chicas están a la
derecha de la profesora; los chicos están a la izquierda de la profesora”. Y
allá vamos.
A mí me encanta ponerles en situaciones imposibles, porque es un modo de
romper la timidez que muchos de nuestros alumnos chinos tienen. Como todo el
mundo lo tiene que hacer, aquí nadie pierde la cara. O la perdemos todos.
Cuando cojan confianza, deja que
un alumno sea el que dé las instrucciones y participa tú también. Nunca
obedecer órdenes fue tan satisfactorio.
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