Por Leticia Caballero
¡Hola desde la playa! Hoy quiero compartir con vosotros un artículo con el que me topé el otro día cuando, mientras me zampaba un desayuno inglés, leía el periódico a través del móvil. Una interesante reflexión para nosotros, profesores de lengua, que debemos andar continuamente formándonos, investigando y reflexionando sobre cómo conseguir que nuestras clases sean más efectivas o nuestros métodos más eficaces.
¡Hola desde la playa! Hoy quiero compartir con vosotros un artículo con el que me topé el otro día cuando, mientras me zampaba un desayuno inglés, leía el periódico a través del móvil. Una interesante reflexión para nosotros, profesores de lengua, que debemos andar continuamente formándonos, investigando y reflexionando sobre cómo conseguir que nuestras clases sean más efectivas o nuestros métodos más eficaces.
Se trata de un artículo, publicado en El País, en el que
Paula Reyes, filóloga española y formadora de profesores de ELE, nos habla del
enfoque orientado a la acción y cuyo predecesor es el enfoque por tareas. Un
enfoque en el que la autora resalta la importancia de enseñar estrategias, de
enseñar cómo debemos interpretar a nuestros interlocutores dentro del contexto
en el que se desarrolla la comunicación y hacer que nuestros alumnos comprendan
la importancia de ambas.
El artículo es el siguiente:
La autora hace una breve y simple reflexión, con la que
pretende llamar la atención de los profesores de lenguas extranjeras. Conmigo
lo ha conseguido, y espero que contigo también. Destaco el primer punto que
señala, y que ella titula: De la tarea al problema. En él, Paula Reyes habla de
la importancia de enseñar a nuestros alumnos estrategias “que les capaciten
para resolver problemas y afrontar diferentes situaciones más o menos
inesperadas”.
Esta no es la primera vez que reflexiono sobre esto. Son
muchas las ocasiones, en mis tres años de experiencia en China, en las que me
he planteado este tema. Hay que enseñar estrategias. Sí, pero… ¿Cómo? La respuesta no es fácil y somos
los profesores los que tenemos que tener siempre los ojos abiertos para darnos
cuenta de cuáles son esas estrategias que nuestros alumnos necesitan y crear
actividades para trabajarlas.
Por ejemplo, un problema común con el que yo me he topado en
muchas de mis clases es el de… si no saben una palabra en concreto, no saben
cómo explicarla. A los estudiantes chinos les cuesta muchísimo utilizar el
cuerpo para expresarse, los gestos, las manos… Todo lo contrario que a
nosotros. Para trabajar este problema, suelo llevar a clase el juego del Tabú o
Cranium, con los que los alumnos se los pasan teta y además aprenden algunas de
esas estrategias a las que Paula Reyes hace referencia en su artículo.
La autora sigue escribiendo y lo hace sobre otros dos puntos
que marcan la diferencia entre el método enfoque por tareas y este, del que
habla ella, enfoque orientado a la acción. Nos invita a analizar, desde el
interior, ese contexto que creamos para llevar a cabo nuestras actividades
comunicativas en el aula, en el que no solo debemos tener en cuenta la
ubicación en la que la comunicación se lleva a cabo sino otros factores
internos que también afectan al acto comunicativo, como puedan ser la relación
entre los interlocutores, la intención de éstos…
Al final del artículo, Paula Reyes, como formadora de
profesores de ELE, hace una importante reflexión, en la que destaca cómo muchos
de nosotros tenemos conciencia o sabemos de la existencia del método orientado
a la acción. Sin embargo, somos muy pocos los que lo llevamos a la práctica, y
no por el hecho de desconocer la teoría sino porque, como ella misma dice,
necesitamos transformarnos, necesitamos cambios que afectan a nuestra identidad
docente, y los cambios son siempre difíciles de digerir, sobre todo cuando
estos afectan a algo tan personal como es nuestra forma de enseñar. Pero como
yo siempre digo… De todo se aprende, así que desde hoy comienza mi “transformación”…
¿Consejos?
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