Por Nélida Tójar
Muchos de los profesores nativos que enseñamos español en China damos principalmente español oral, conversación y cultura: la gramática suele ser cosa de los profesores chinos. No siempre es así, pero es muy frecuente.
Muchos de los profesores nativos que enseñamos español en China damos principalmente español oral, conversación y cultura: la gramática suele ser cosa de los profesores chinos. No siempre es así, pero es muy frecuente.
Y a veces, como es mi caso, la clase de conversación es uno a uno, es
decir, que el alumno y yo nos pegamos 15 o 20 minutos charlando el uno frente
al otro. Cuando aún no les conoces muy bien, es muy útil dejarles hablar de sus
vidas, de sus rutinas, de las cosas que les gustan, porque esto te ayudará a
ver “de qué pie cojea” cada uno: conocerles a ellos y conocer sus necesidades.
Pero llega un momento en que te sabes sus vidas de cabo a rabo, y
preguntarles sobre el fin de semana no ayuda mucho, porque te cuentan que solo
han hecho deberes y más deberes…
Así que me gustaría que esta entrada fuera el comienzo de una serie en
la que demos ideas para las clases de conversación. Ahí va la primera.
Casualmente, hace unos días descubrí una página web que se llama
“Gazpacho agridulce: un cuento chino andaluz” (gazpachoagridulce.tumblr.com).
La autora es Quan Zhou, “una china de cara y andaluza de corazón”, como ella
misma se define. Nació en una familia china que posee un restaurante en España,
de ahí su amplio conocimiento de las dos culturas en concreto, y de sus choques
y diferencias también. Para nuestra suerte, Quan es diseñadora gráfica, y en su
web publica dibujos y viñetas que ella misma hace mostrando con mucha gracia
estas diferencias precisamente.
Portada de la página web |
Trata temas como la celebración del Año Nuevo chino en familia, pero en
España; explica la obsesión de su madre (mujer muy tradicional) por casarla
pronto con un hombre rico y chino, por supuesto; aclara mitos como la creencia
que tenemos en España de que cocinan a sus muertos y los sirven en el
restaurante como rollitos de primavera… Y todo esto con la suficiente gracia y
buen gusto como para reírte de todo ello sin que nadie se ofenda. Además, los
miembros de su familia son los personajes que aparecen en sus viñetas, lo cual
añade realismo y te ayuda también a seguir sus historias.
El novio, foco de problemas para Quan con su madre |
¿Qué hacen los chinos con sus seres queridos cuando fallecen? |
En definitiva, sus dibujos me parecen una excusa perfecta para iniciar
una conversación: deja que tus alumnos te las expliquen, que te descubran qué
creencias o costumbres hay detrás de las historias de las viñetas y déjales
también adivinar, intuir, entender las creencias que tenemos los españoles
acerca de los chinos. Puede que las clases de conversación os sirvan a los dos,
profesor y alumno, para entender mejor ambas culturas.
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