Por Nélida Tójar
Existen muchas maneras de explicar el contraste de los pasados indefinido e imperfecto, pero mi especialidad es llevar actividades al aula para practicar aquello que aprenden en la clase de gramática. Así que, tras atacar a cada uno de ellos por separado, llegó el día en que los puse el uno frente al otro.
Existen muchas maneras de explicar el contraste de los pasados indefinido e imperfecto, pero mi especialidad es llevar actividades al aula para practicar aquello que aprenden en la clase de gramática. Así que, tras atacar a cada uno de ellos por separado, llegó el día en que los puse el uno frente al otro.
Como muchas veces, la red es mi gran aliada para que broten las ideas.
En este caso encontré una actividad que me pareció fabulosa para hacer con
niños. Está aquí: http://jramonele.blogspot.jp/2009/04/los-detectives.html
La resumo brevemente: se trata de montar en un rincón del aula la escena
de un crimen. ¿Cómo? Con huellas por todas partes aprovechando los elementos
del lugar como la ventana, el suelo, un escalón, la puerta, etc. y un par de
objetos desconcertantes. La actividad consiste en imaginar y escribir qué pasó aquí ayer. Es decir, hay que
usar indefinido e imperfecto. Hasta aquí evidente, ¿no? Ahora os voy a contar
cómo yo la hice con mis alumnos chinos.
La escena del crimen la monté en un rincón del patio, porque mi aula es
muy pequeña. Utilicé huellas de pies descalzos, de zapatos, de manos, y huellas
de perro: solo hay que imprimir unas cuantas y colocarlas de modo que tengan
algún sentido. No hagas como yo, que puse algunas de gato trepando por el árbol
(al menos eso creía yo), para que luego te venga un “marisabidillo” de éstos
que tienes en clase y te diga que los perros no pueden subir a los árboles, y
que eso no puede ser un gato por el número de yemas que tiene el dibujo. Apaga
y vámonos.
Los elementos |
También coloqué estratégicamente un paraguas, unos guantes de fregar, un
periódico y unas tijeras. Al llegar a la escena, generas un poco de tensión, en
plan ¿qué habrá pasado aquí?, para luego hacer grupos de 4 personas con una
tarea: redactar el suceso utilizando los dos tiempos verbales que nos traen de
cabeza.
Deja que exploren el lugar, que imaginen una historia y que hagan un
trabajo de redacción colaborativo. Y ahora viene cuando la matan: un grupo
leerá su suceso y otro lo interpretará. Eso implica que el que actúa tiene que
estar bien atento para escuchar una historia que tiene que interpretar y que no
conoce de antemano. Con ello nos aseguramos prácticamente la atención del resto
de grupos y, por supuesto, las risas.
Imaginando qué ocurrió ayer |
Trabajando en equipos |
Si te da tiempo, puedes ir corrigiendo a medida que van redactando;
también puede ser cuando actúan, recalcando el verbo incorrecto, “¿entraba?,
¿seguro entraba?” Y siempre salta alguien que dice “no, entró”. Y si quieres
aprovechas para explicar por qué. A mí me tocó repetir muchas veces, no tanto
porque dijeran el tiempo verbal equivocado como porque no lo escuchaban bien o
se despistaban.
Interpretando el suceso |
Al final de las interpretaciones es interesante recordarles en qué
ocasiones usábamos un verbo y en qué ocasiones otro, incluso con ejemplos de
las historias que acabamos de ver.
Con este ejercicio he descubierto la pasión interpretativa que tienen
algunos de mis alumnos que, por supuesto, pienso sacarle todo el jugo en
futuras actividades.
Otra idea: la escena la puedes utilizar también para recrear la un
crimen y abordar así el género periodístico del suceso. Pero esto ya es otra
historia y otro nivel.
Cuéntanoslo si te animas a probarla.
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