Por Leticia Caballero
Son
muchos los occidentales que, ante la imposibilidad de conseguir un
trabajo en aquella parte del mundo, se aventuran a coger el avión y
plantarse en el gigante asiático, con el sueño de emprender una
aventura nueva, de progresar e incluso de hacerse millonario. Si lo
miramos bien, China se ha convertido para muchos en la América de
hace unos años, cuando nuestros antepasados iban a “hacerse las
Américas”.
Pero...
No es oro todo lo que reluce. Y por eso, hemos decidido escribir esta
entrada. A pesar de la seriedad del tema, intentaremos no perder
nuestro tono dicharachero... Esperemos que os sirva.
¿FIRMAR
EL CONTRATO CHINO, EN INGLÉS O AMBOS?
Casi
todas las instituciones educativas de China tienden a ofrecer el
contrato a los extranjeros en chino e inglés. Supuestamente, ambos
dicen exactamente lo mismo, pero eso tú nunca lo sabrás porque del
contrato chino normalmente no entiendes ni una palabra. ¿Cuál
firmas? Pues, lo que hicimos nosotros fue cerrar los ojos, confiar en
la institución y firmar los dos. ¿Y qué pasó? Pues resulta, que
cuando tuvimos que acudir a él, había cosas que no eran exactamente
igual. Y ahí surge el problema. Al haber firmado ambos y estar en
territorio chino, el que vale es el que está escrito en su lengua
oficial.
Consejo: Procurad no firmar ningún papel del que no
entendáis su contenido.
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Foto de unos de los párrafos del contrato en chino que no coincide con el mismo párrafo del contrato en inglés |
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Foto del mismo párrafo que en la foto interior, pero de la versión inglesa del contrato |
FIRMA,
LO FIRMAS. ¿PERO PARA QUÉ?
El
contrato es para nosotros una seguridad. Un documento que nos dice
cuáles son las condiciones de nuestro trabajo, los horarios, el
salario y las penalizaciones. Y sí, más te vale seguirlo a raja
tabla. Ahora, una cosa, no esperes que ello lo cumplan porque cuando
no les interese no lo harán. Y nada podrás hacer al respecto.
Consejo: Respira hondo y quítale importancia.
SEGURO
MÉDICO
Si
vienes a China a trabajar y lo haces de forma legal, normalmente los
colegios ofrecen, dentro del contrato y en el paquete de los
beneficios, un seguro médico. Casi siempre, contratan a una compañía
de seguros privada, cuya cobertura es para casos de accidentes dentro
del colegio o enfermedades que puedas sufrir durante tu estancia en
el país. Este seguro suele ser bastante barato, unos 1000 yuanes por
todo un año, y el coste lo suele pagar el colegio.
Lo
que muchos extranjeros desconocen es que desde agosto de 2011, existe
una ley gracias a la cual los extranjeros podemos disfrutar del
Seguro Social que ofrece el gobierno a todos los trabajadores de este
país. Comprende cinco partes: enfermedad, accidente, embarazo,
pérdida de trabajo y jubilación. Es un seguro cuyo pago se comparte
entre trabajador y colegio. El importe a pagar por el profesor es de
un 10% de su sueldo. ¿Os parece alto? Quizás lo sea, pero a veces
más vale estar seguros, que inseguros y con la cartera llena.
Aún
así, es importante que sepáis que al abandonar el país, China os
devuelve el 80% de lo pagado, pues ya no os vais a jubilar en este
país. Esa gestión la debe realizar el colegio.
Y
si sobre esto, queréis una experiencia personal, os cuento la mía.
Tras cuatro contratos firmados con el colegio para el que trabajaba,
ellos nunca me informaron de ello. Cuando me enteré y les pregunté,
se hicieron los sorprendidos. Desconozco si actuaban o realmente
desconocían la existencia de tal ley. Pero el final de la película
no fue otro que yo dejando el trabajo. Por supuesto, hubo drama, como
en todo buen largometraje.
Consejo:
Pedid que el colegio os informe del tipo de seguro con el que vais a
trabajar y estudiad detalladamente cuál es el que más os interesa.
Si vais a estar bastante tiempo en China, os aconsejo que miréis el
Seguro Social, pues es el más completo.
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Foto de la portada de la Ley sobre el Seguro Social para extranjeros |
¿HACER
HUELGA? Ni se te ocurra
Desconozco
el gusto de otros occidentales por esta práctica, pero a los
europeos nos encanta. Y a los españoles, aún más.
Cuando
llevas mucho tiempo en China, hay cosas que se te olvidan. A la que
escribe, por ejemplo, se le olvidó el detalle de que en China están
terminantemente prohibidas las huelgas. Quemada con la administración
del colegio y extremadamente enfadada por el hecho de que tres meses
después de haber empezado a trabajar, todavía no tenía seguro
médico, decidí hacer huelga, con otras dos compañeras.
El
colegio reaccionó, sí. Al día siguiente teníamos a una compañía
de seguros sentada con nosotros en la sala de reuniones. Pero,
también es cierto que nunca olvidó. Para ellos, que un profesor
deje de asistir a la clases por este tipo de motivos es una falta
extremadamente grave y son incapaces de entender que realmente estos
motivos existan.
Los
chinos han sido educados de otra forma y desconocen que la protesta
sea un camino para conseguir lo que se merece.
Consejo:
No luchéis por vuestros derechos. Aquí no saben lo que eso
significa.
PREMIO.
Si te he visto, no me acuerdo.
Muchos
extranjeros comparten el sentimiento de, al comenzar a trabajar en un
colegio chino, estar a veces excluido, apartado. Es cierto, que
nosotros no tenemos ni la mitad de las funciones que tienen nuestros
compañeros nativos. El hecho de no hablar ni poder escribir o leer
el idioma es una de las razones. La más lógica. Sin embargo, cuando
pasa el tiempo te das cuenta que no es la única. El extranjero en
China es y será extranjero siempre. Eres contratado para dar clases
de tu lengua nativa, aparecer en las fotos del colegio, organizar los
festivales ofertados por el departamento, intentar conseguir colegios
hermanos... Pero, ahora sí, si algo bueno ocurre... ¿quién se
acuerda del forastero? Ni “perris”.
¿Qué
el colegio gana una beca para que algunos alumnos estudien en España?
Pues allí que van ellos y de ti ni se acuerdan. ¿Qué te has dejado
el culo para conseguir un colegio hermano en tu país y llega la hora
de ir a Madrid a hacer una visita? El presupuesto no llega para tu
billete. ¿Qué algunos compatriotas tuyos vienen a visitar el cole?
Si te avisan, mejor que no vayas, porque hay ciertas cosas,
costumbres y gestos que te sacarán de quicio. Y todo por no
preguntarte a ti antes, que al fin y al cabo eres la que conoces a
los tuyos.
Consejo:
Haz tu trabajo y no te mates. Ellos no lo harían por ti.
MAL
ENTENDIDOS, MUCHÍSIMOS.
No
sabemos si por la lengua o por la diferencia cultural, pero los
malentendidos son parte del día a día. Las veces que un extranjero
padece de frustración son imposibles de contar con una sola mano,
tampoco con dos ni con tres.
Los
chinos no saben decir no, a no ser que se trate de dinero, claro.
Recibir una respuesta directa a una pregunta extremadamente difícil,
si esta es negativa.
Consejo:
Trae la maleta llena de paciencia y sigue preguntando hasta recibir
una respuesta directa. Si la consigues por mensaje, por correo
electrónico o por escrito, mejor. Los chinos son muy olvidadizos y
mentirosos.
LO
QUIERO PARA AYER
Es
muy típico de los ciudadanos del continente asiático exigir las
cosas y pedirlas para ya. Con nosotros, han aprendido que tienen que
utilizar el “por favor”, pero lo de avisar con tiempo y
prescindir de la improvisación todavía no entra en sus esquemas. A
nosotros, estas cosas nos sacan de quicio. Nos frustran. Nos enervan.
Pero poco podemos hacer para cambiarlo.
Consejo:
Mete un poquito más de paciencia en la maleta.
MAÑANA,
MAÑANA, MAÑANA...
Una
de las cosas que me enfadaba en Inglaterra era esa opinión que los
inglesitos tienen de nosotros sobre que si somos un poco lentos, algo
gandules y poco eficientes. ¡ja! Esos no han estado en China. No voy
a hablar maravillas de nuestra querida administración porque todos
conocemos lo que tenemos en casa. Ahora, si en España todo es para
mañana, en China la cosa se multiplica por el número de sus
habitantes. Vamos, que es una cosa exagerada.
Consejo:
Sé muy pesado. Ellos cuando quieren algo, no veáis cómo dan el
coñazo.
¿TODAVÍA
NO HAS COBRADO? PUES SIÉNTATE Y ESPERA
Los
foreignschoolers hemos experimentado de todo en lo que respecta al
sueldo. Dos de nosotros cobramos a mes vencido y 15 días después.
Es decir, cobramos, con suerte, el 15 del mes siguiente. Y digo con
suerte, porque en este país parece ser una práctica bastante común
la de retrasarse con los pagos. En mi caso, después de mucho
quejarnos, conseguimos que esto se regularizase y a veces incluso nos
daban la alegría de pagarnos antes.
Sin
embargo, tenemos a un foreignschooler que cobra por adelantado. Es
decir, primero cobra y luego trabaja. Os prometo que cuando me lo
contó, no podía salir de mi asombro. ¿Los chinos pagando antes?
Como veis, el mundo de los sueldos es una incógnita en el gigante
asiático.
Consejo:
Seguid metiendo paciencia en la maleta y tened siempre algo ahorrado.
¿NÓMINAS?
Desconozco
si existen o no. Lo único que sé es que en cuatro años yo no vi
ninguna. Cuando pregunté, a la decimoctava vez que lo hacía, la
chica del Departamento de Finanzas, me dio un documento Word que
ponía, literalmente, Leticia Caballero XXXX RMB. Y eso era todo.
Imaginaros mi jeto. Más frustración para el cuerpo.
Consejo:
No gastéis saliva. No hay nóminas en China.
Y
colorín colorado, nuestros consejos pre-contrato han acabado.
Esperamos que os sirvan al iniciar una aventura docente en China.
Recordad ser pacientes y abiertos con la administración. La
recompensa os llegará de mano de los alumnos.