Por Leticia Caballero
El otro día, de charreta con Guadalupe, una de nuestras colaboradoras, hablábamos de lo dificil que es hacer hablar en la lengua meta a aquellos niños que acaban de comenzar a estudiar español y las horas que gastamos los profesores en pensar actividades o rutinas para empujarles a usar lo poco que saben.
Y mientras le dábamos al café y compartíamos una tarta de queso en una conocida cafetería de Shenzhen, le contaba la actividad que había llevado yo a cabo esos días con los más pequeños. Fácil de preparar, fácil de llevar a cabo y fácil de entender. Os la cuento.
Para prepararla, solo necesitamos post- it, tarjetas de colores y un bolígrafo. No más.
Material fácil de preparar y listo para llevar a clase |
En inglés, nuestra lengua en común, les pongo en situación y trabajo en la motivación. Les digo que “ayer estuve visitando a una pitonisa y conseguí averiguar con quien se va a casar cada uno de ellos”. Como conzoco bien a mis estudiantes, sé que con esa sola frase ya los tengo a todos expectantes. Y es entonces cuando paso a explicar la actividad.
Dividimos a la clase por parejas. A uno de los componentes, le pegamos un post- it en la espalda con la información que quiere averiguar y le damos una tarjeta en la que tendrá que escribir los datos de su posible cónyuge. Para averiguarlo, tendrá que ir haciéndole preguntas a su pareja, quien le irá contestando a cada una de ellas.
Uno de los alumnos durante el desarrollo de la actividad |
Tomando notas de su futuro novio |
Una vez terminada la actividad, tendrán que contármelo a mí.
Luego, cambio de rol y vuelta a empezar.
¿Cómo trabajáis vosotros las expresión oral con los alumnos de un A1? ¿Os resulta fácil hacerles usar lo poco que saben de la lengua meta?